
Aquella península occidental que forma parte del Estado Sucre y que se encuentra bañado por las aguas del Golfo de Cariaco, tiene sobre su mar y su tierra altas pirámides de blanca sal, que le dan un toque curioso a un lugar que ya solo por sus playas lo hace un lugar digno de visitar.
En las tardes, cuando el sol comienza a bajar para ocultarse en el horizonte, sus delgados rayos juegan con los cristales salinos irradiando de ellas increíbles formaciones de multicoloridas luces que hacen de ese atardecer un momento indescriptible e irrepetible, muchos colores que se pueden ver son desconocidos, haciendo que uno quede atrapado por tan maravilloso fenómeno.
Hay dos formas ideales para contemplarlo, ya sea desde un peñero que salga de Cumana con destino a Araya por las aguas del Golfo de Cariaco, o contar con la suerte de sobrevolar tan increíble lugar que le regala a su vista una maravilla sin igual.

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