Hay un lugar donde el sol esta por nacer creando juegos de luces donde azules, amarillos, rojos y naranjas suben desde la línea del infinito horizonte, esa línea que hacen del mar y el cielo una eterna unión de paz y libertad.Esa libertad y paz se hacen imagen con sonido a poesía en la aguas que bañan a las poblaciones de Tucacas o Chichiriviche, de las cuales salen lanchas y peñeros con destino a Cayo Sal y Cayo Sombrero, o cualquiera de las otras formaciones extraordinarias de arena que sobresalen del paradisíaco mar azul, para darle vida al Parque Nacional Morrocoy, donde los viajeros disfrutan del sol, la playa y la diversión.
Ese horizonte que recuerda que uno esta siempre entre el cielo y el mar, el cual esta adornado a su vez por la combinación de múltiples colores de garzas, flamencos, coleadores, loros reales, y corocoras, por mencionar algunas de las más increíbles aves que reafirman que Morrocoy es el lugar ideal para combinar la playa y el ecoturismo.
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1 comentario:
Ese lugar es mágico y en tus letras lo es aún más.
Lindas fotos para una excelente descripción.
Un abrazo!
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