Aun cuando el sol esta por nacer
Y hacer del nuevo día un amanecer
Una luz se presentó en la habitación
Una energía única hizo reacción
Y sin avisar el firmamento iluminó
Mientras el alba no despertaba
De aquel sueño en el que se encontraba.
Sin despertar los ojos abrieron para ver
Como la luz hizo de la madrugada
Un espectáculo donde el prisma fue
El que dejo a la aurora embelesada
Por tan mágico radiar que un cristal
Pudo solo de su núcleo emanar
Expresando en una pausa musical
La más serena de las claridades.
Y al abrir los ojos para despertar
Descubres que estas suavemente mirado
Por aquella tersa imagen que guarda
Y de momentos mostraba lo amado
Que te encuentras bajo la luz
Que irradiaba suavemente la bella dama.
Despertar para asomarse
Para solo ver que ella es el sol
Que ilumina el frío invierno
Y es a su vez la fresca lluvia
Que calma el vaporoso verano
Y dejar marcado que el horizonte
Solo es posible sí el cielo y la mar
Juntos se unen sin dudar
Que la magia de la naturaleza
Solo esta ahí cuando se deja amar.
Se ama con toda la fuerza
Y es grande el poder agradecer
Que todo fue por aquel amanecer
Que ella quiso e hizo aparecer
Para que por siempre estén
El cielo y la mar juntos en el atardecer
Que hace de ese infinito horizonte
El amor más grande en conocer.
EF.
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1 comentario:
Vaya, además de viajero poeta!
Me atraparon los paisajes en las notas del silencio, vine a visitarte para conocer el blog y ahora me encuentro con este maravilloso poema entre amor y paisajes.
Qué lindo!
Un placer!
Saludos!
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