sábado, 23 de junio de 2007

DESDE HOY SUENAN LOS TAMBORES EN LA FIESTA DE SAN JUAN

San Juan Bautista es celebrado en la mayoría de las poblaciones mirandinas, pero una de las más conocidas por festejar con gran devoción, creencia y fe, es el pueblo de Curiepe, el cual ha contribuido a enriquecer el gentilicio e identidad regional. Esta tradición fue elevada a Patrimonio Cultural del Estado Bolivariano de Miranda, reafirmando una vez más que esta entidad es única y rica, no sólo en escenarios naturales sino también en costumbres y tradiciones.

San Juan Bautista
Tiene su origen en la época colonial, y aún cuando es heredada del continente europeo, a lo largo de los años se le han incorporado ciertas características propias de la región mirandina como costumbres, religiosidad, música e instrumentos, creencias y formas de vida. Estos factores han contribuido a enriquecer esta curiosa y llamativa ceremonia, que ha pasado de generación en generación, extendiéndose por toda la costa mirandina con su original llamado del repique del tambor, que recuerda el cumpleaños del Santo.

San Juan es conocido como el protector de los pobres, es por ello que existe la expresión popular "Si San Juan lo tiene San Juan te lo da". También, por la capacidad, según los creyentes, de cumplir milagros referentes a la fertilidad, entrada de las lluvias y conseguir pareja, entre otros pedimentos que concede el Santo.

Tres días de fiesta en Curiepe
Año tras año, todos los 23 de junio en la noche y hasta el amanecer, los curieperos realizan el velorio ante los adornados altares con la imagen del santo. Aquí se canta, se toma y se baila al ritmo del tambor culo e puya. Al inicio de la tarde, los tamboreros, comienzan a calentar con el tambor mina y el curbata. Llegada la noche, en la casa donde se encuentra la pequeña imagen por más de 200 años, los tocadores entonan delante del santo para dar inicio al primer velorio o noche buena.

El día 24, bien temprano en la mañana, se prepara a San Juan Bautista para salir de la casa donde se encuentra resguardado. Acompañado de devotos y seguidores, es conducido en procesión hacia la iglesia a recibir los honores de una solemne misa, que una vez concluida, marca de nuevo el comienzo del repique de los tambores para venerar al Santo.

El encierro de San Juan
El último día es el encierro de San Juan Bautista, la población despide al santo al ritmo de los tambores. Se realiza una procesión por las principales calles de Curiepe hasta llevar al Santo a su morada. El Santo va recibiendo obsequios, agradecimientos y reconocimientos; cada cierto tiempo la procesión se detiene y le rinde homenaje. Los seguidores, en parejas, bailan al ritmo de los tambores que suenan fervientemente, el hombre acosa a la mujer y ésta, con ritmos provocadores, se le escurre. Todos llevan pañuelos de colores que agitan durante el recorrido, hasta llegar a la casa de donde salió el santo, allí se reúnen y continúa la celebración entre fuegos artificiales, bebidas, tambores y danzas.

Los cantos están llenos de improvisación, el solista alterna con el coro para expresar su devoción, haciendo referencia a la vida, al amor y la esperanza. En cuanto a los instrumentos principales para la música sanjuanera se utilizan los tambores afrovenezolanos: curbata, mina y culo e´puya.
Texto redactado y enviado por:
Prensa Corpomitur / Elsa Loewenthal
Fotografías: Wikipedia y Corpomitur

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