LA MAYOR FUERZA DE UN PADRE ES COMO AQUELLA QUE ESTA PRESENTE EN EL ORINOCO

En la Sierra de la Parima nace una de las grandes joyas de Sudamérica y el mundo, es allí que unas pocas aguas se juntan a 1.047 metros sobre el nivel del mar, para darle vida a un pequeño pozo que más adelante va tomando forma y fuerza para convertirse en el tercer río más caudaloso del mundo, el Soberbio Orinoco, el mismo que con su gran fuerza inquieta las aguas del Océano Atlántico.

El investigar alemán Alexander Von Humboldt logro desde el punto de vista científico confirmar algo que parecía imposible, los dos grandes ríos de Sudamérica están unidos por un pequeño brazo que lleva por nombre Casiquiare, convirtiéndose en un caso único, uno de los más increíbles del mundo ya que no existe algo similar, el de cómo esa bifurcación le roba las aguas al Orinoco para que estas caigan en el Río Negro y Guainía, para finalmente llegar al gran Río Amazonas.

Este fenómeno del Brazo Casiquiare ocurre debido a lo bajo de sus tierras, en algún momento las fuerza del Padre Río rompió con su cause natural para obsequiarle a los afluentes del Río Amazonas más del veinte por ciento de sus aguas, lo que hace de este lugar digno de ser observado y contemplado.

Hoy este mismo Orinoco se convierte en uno de los escenarios más bellos del Norte de Sur América, no solo por lo mágico y enigmático que caracteriza las aguas del Padre Río, en sus inquietantes y fuertes espumas blancas se pueden vivir las grandes emociones de los deportes extremos, es allí a las riveras de Puerto Ayacucho, capital del Estado Amazonas, donde los raudales de Atures son testigos de uno de los cinco raftting más importantes del mundo, así como prácticas más relajantes como la pesca deportiva del inigualable Pavón. Si hay algo que es seguro, es que el Orinoco tiene como ofrecer para todos los gustos, para los observadores de aves, botánicos, escritores, biólogos, deportistas, aventureros, antropólogos, soñadores, e incluso para los enamorados.

Fotografía: www.bbc.co.uk