jueves, 9 de agosto de 2007

MUCUCHÍES: DONDE COMENZÓ LA LEYENDA DE BOLÍVAR Y NEVADO

Una de las cosas que buscamos en Espacio Viajero es que los viajes se vean como algo más que un encuentro con el paisaje que hemos visto en una postal, o simplemente descansar de lo cotidiano, deseamos que en cada recorrido se encuentren con parte de la cultura, de la historia, de las leyendas, del modo de vida de cada rincón de este planeta, por eso es que hoy les contare de un lugar y de una de sus leyendas.

Según una vieja leyenda de los andes venezolanos, en el año de 1813, en plena Campaña Admirable, el Libertador vio ante sus ojos el perro más hermoso que había conocido, un perro grande, lanudo, originario de la población merideña de Mucuchíes; ambos se vieron a los ojos, reconociendo un sentimiento mutuo, un gran afecto que hubo entre Bolívar y Nevado, nombre que le dio al heroico perro, que acompaño al Padre de la Patria durante ocho años en distintas batallas en pro de la independencia de Venezuela.

Bolívar le dijo a un indígena de nombre Tinjacá para que cuidará a Nevado mientras el estuviera en sus campañas militares, pero el increíble perro de raza mucuchíes acompaño al Libertador incluso hasta al campo de Carabobo, donde Nevado dejo derramada su sangre como cualquiera de los hombres que dieron la vida por la libertad de este país.

Hoy en el alto pueblo merideño de Mucuchíes ubicado a 48 kilómetros de la ciudad de Mérida, se levanta en la Plaza Bolívar al pie del busto del Libertador las figuras de Nevado y de Tinjacá, en honor a aquel amigo valiente que representa dignamente a la única raza canina autóctona de estas tierras, y de los cuales solo se pueden ver algunos ya no 100% mucuchíes.


Fotografías:

No hay comentarios: