jueves, 6 de septiembre de 2007

CAYO SAL: UN CONTACTO CON EL CIELO Y EL MAR

Salir muy temprano en la mañana en un peñero desde la población de Chichiriviche, para sentir el olor de la brisa marina que sopla con fuerza mientras se navega con dirección a uno de los cayos que conforman el hermoso Parque Nacional Morrocoy, es parte de una experiencia placentera antes de llegar al maravilloso mundo que se encuentra a los alrededores y sobre Cayo Sal.

Mirar hacia el horizonte donde los azules celestes y marinos son separados por esa línea delgada que se hace eterna, mientras el viento golpea con fuerza en los rostros de los viajeros que están impactados por los hermosos colores de las aves que cruzan los cielos falconianos.

Después de ese recorrido sobre las aguas del Caribe se puede llegar a uno de los cayos de Morrocoy, Cayo Sal, uno de los autorizados por INPARQUES para poder acampar, para disfrutar así del día y la noche en un paraíso marino. La playa es hermosa, de blanca y fina arena, de aguas tranquilas, para pasar un día relajado, muy distinto, sin la preocupación del tiempo, sin la presión de lo cotidiano.

En Cayo Sal se encontrará con el mejor sabor del paisaje combinado con los manjares del mar que los preparan divinamente en los kioscos que fueron colocados sobre este lugar para dar la mejor de las atenciones.

Si buscas acelerar tu corazón producto de un paseo rápido sobre el mar y además llegar a un lugar ideal para enamorar, en Cayo Sal del Parque Nacional Morrocoy podrás hacerlo realidad.
Fotografías:

No hay comentarios: